El valor del dolor. El precio de la vida. Las indemnizaciones en materia de accidentes de tráfico.
Si analizamos la evolución de la normativa que regula las indemnizaciones en materia de accidentes de tráfico, es evidente que el año 1.995 marca un antes y un después.
Hasta 1.995 no existía normativa vinculante y las indemnizaciones por lesiones no eran iguales para todas las personas ni en todos los lugares.
Hasta dicho año las indemnizaciones dependían totalmente de los ingresos económicos del lesionado, de tal modo que un periodo de tiempo de lesiones se pagaba a unos importes muy superiores si la persona acreditaba importantes ingresos y gran capacidad de ganancia frente a otra persona con exiguo salario.
Es mas, hasta dicha fecha se podía dar la absurda situación de que ante dos personas perjudicadas en accidentes de tráfico, con lesiones idénticas, dependiendo de la Ciudad (incluso en una misma Comunidad Autónoma) donde se hubiese producido el accidente, podían percibir una mayor o menor indemnización.
A partir de 1.995 se establecen cantidades concretas por días de ingreso hospitalario, por lesiones impeditivas y por lesiones no impeditivas y cada año se actualizan las cuantías indemnizatorias.
Aunque es cierto que se aplican coeficientes en función de los ingresos económicos, en esencia…”El dolor de un parado sin ingresos vale igual que el dolor de un banquero con ingresos millonarios”.
Dicha regulación y las cuantías indemnizatorias con cargo a las Compañías de Seguros tienen carácter vinculante en materia de accidentes de tráfico e incluso se aplican por analogía a otros supuestos (agresiones o accidentes laborales con resultado lesivo, etc.).
Las secuelas o limitaciones de caracter permanente, desde las menos importantes como pueda ser el síndrome de latigazo cervical hasta la más grave como pueda ser una tetraplejia se encuentran valoradas y cuantificadas.
La muerte desgraciadamente es una de las consecuencias frecuentes que se producen en accidentes de tráfico y a quienes me leen seguramente les sorprendería saber lo poco que vale para las Compañías de Seguros una vida.
Por último es importante resaltar la importancia que tiene acudir a Centros Médicos, Centros Hospitalarios y Especialistas y procurar documentar muy bien las lesiones y secuelas asi como su tratamiento y duración porque de ello dependerá totalmente el valor del dolor y el precio de tu vida.
Recuerda que en las polizas de seguro tienes contratada defensa jurídica y tienes derecho a elegir un@ abogad@ de tu confianza que no tiene por que ser de la Compañía.